Un equipo sólo es tan bueno como los miembros que lo conforman; por suerte, nuestro equipo está compuesto por tres integrantes excepcionales, cada uno de los cuales funge como un pilar para sostener este proyecto. A continuación les proporcionamos una breve introducción para cada uno de nosotros.

 

Andrés Gutiérrez

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¿Qué decir sobre mí? Por sencillo que parezca, responder esta cuestión es sumamente complicado, pues tengo que procurar no parecer otra oveja "negra" dentro una sociedad que parece más bien un rebaño de lana oscura, donde ser estrafalario ya no es extraño, sino ser "normal". Para quien me conoce, estas palabras pueden parecer un ramo de blasfemia para conquistar a un publico ingenuo, y para quien no, debo cuidarme de no parecer un pedante en busca de seguidores crédulos. Los segundos son quienes me preocupan más, pues se verán obligados a pintar mi retrato mentalmente, utilizando estas palabras como colores en su paleta y mis ideas como brochazos. En fin, soy una persona sencilla por fuera, pero complicada por dentro. No me gusta lucir marcas de ropa o comprar comida de lo más exquisito, sin embargo, un aspecto en el que sí soy más especial que Simon de American Idol es en las historias. Me gusta seguir una historia complicada, algo que tenga la capacidad de sorprenderme, de convertirme en Hulk de coraje y, dos milésimas de segundo después, ponerme "nena" de tristeza; lamentablemente, el cine deficiente del siglo XXI ha perdido la habilidad de hacerlo con la horda de remakes que parecen ser peores que descubrir que tu novia esta embarazada y que no es tuyo:

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"Oye, amor, estoy embrazada. / Pero soy estéril, maldita, ¿con quién me engañaste? / Lo siento, es que estaba viendo el remake de Freddy Krueger con tu hermano y... / ¿En serio estaban viendo esa porquería? Con razón estás embarazada, no te preocupes, no pasa nada, es más, deja busco la película original en Netflix para que la veas".

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Esta realidad me condujo a una crisis existencial hace apenas un par de años,

pero, justo cuando creí que todo esta perdido y se humedecían ya los labios para tocar la séptima trompeta del apocalípsis, conocí la lectura. Me gustaría decir que me enamoré del Quijote y su ironía, o de Ulises y de su Odisea, pero la verdad es que fue de un libro que no nombraré porque, ahora que ya he leído algunas de las más grandes obras de todos los tiempos, me es imposible sentir que aún merezco vivir tras haber leído tal aberración. True Story.  

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Sandra Ríos García

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Todos de alguna forma encontramos el camino hacia los libros, puede ser un momento importante que marque tu vida o simplemente una casualidad sin mayor trascendencia. En mi caso siempre fue difícil tener un libro a la mano, en mi familia nadie tiene gusto por la literatura ni nada que tenga que ver con “muchas letras”, pero el destino quería que mi gusto por la lectura creciera, aunque fue un poco complicado. En la escuela primaria los encargados de la biblioteca no prestaban los libros para que los llevaras a tu casa porque eras muy pequeño para tener tal responsabilidad, aunque es un poco absurdo, pues de otra forma ¿cómo podrías conocer ese valor? Así que te veías obligado a leer en el receso, en clases o simplemente no hacerlo. Llegar a la secundaria era una nueva oportunidad: una biblioteca más grande y un sinfín de posibilidades para sorprenderte, pero una vez más, la encargada no los prestaba porque “se maltratan cuando los leen”. Ridículo. En la preparatoria las cosas cambiaron, esta vez los libros sí podían caer en tus manos, lamentablemente, a muchos de mis compañeros ya ni siquiera les importaba. Pero siempre, por alguna razón, terminas leyendo un libro que te fascina, ya sea porque tienes un trabajo escolar, porque el libro se hizo película, porque es un best seller o porque quieres ligar a una persona especial; sea la razón que sea, siempre encuentras un motivo para leer, y cuando esto se vuelve parte de tu vida, te vuelves adicto a ello. No me atrevo a decir que sólo leo “buena literatura”, pues hay muchísimos libros que aunque carezcan de calidad me hacen sentir que estoy en una nueva realidad y mi único deseo es seguir descubriendo. Probablemente muchos de los lectores de este blog sólo busquen un poco de información, pero, tal vez, este sea el momento en que un libro les cambie la vida.

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Liliana González Méndez 

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Los libros entraron a mi vida cuando tenía 16 años, me gustaría decir que desde pequeña me apasionaron los libros, pero no es así; sin embargo, toda mi vida me han acompañado historias, ya sea por cuentos orales o película, así que es lo que más me gusta, escuchar y crear historias. Así que mi historia inició con el mejor maestro jedi que he tenido, gracias a él conocí y leí La Odisea y a la par de este comencé a leer Caballo de batalla. Desde esos libros no paré de leer todo lo que se me atravesara o lo que me llamara la atención. Desde que inicié este camino ha cambiado demasiado y espero que los que visiten este blog encuentren lo maravilloso del mundo de los libros.