El Club de los Suicidas
- Equipo de la página
- 10 may 2017
- 3 Min. de lectura

[…] ¡Qué extraños somos los hombres! No han pasado cinco minutos de mi venganza y empiezo a preguntarme si la venganza puede alcanzarse en esta vida precaria. ¿Quién podrá remediar el mal que hizo? En su carrera amasó una enorme fortuna, esta misma casa era suya, y ahora esa carrera forma parte del destino de la humanidad. Podría estar repartiendo estocadas hasta el día del juicio final y el hermano de Geraldine no dejará de estar muerto y otros mil inocentes corrompidos y deshonrados. ¡La existencia del hombre es tan poca cosa cuando se le da fin, y una cosa tan grande cuando se usa para algo! ¡Ay! –se lamentó-. ¿Hay algo peor en la vida que obtener lo que se quiere?
¿Y qué decir sobre El Club de los Suicidas? Esta obra está compuesta de tres cuentos cortos que en un inicio no parecen tener relación, pero que tienen de elemento común la participación, en mayor o menos medida, del Príncipe Florizel de Bohemia y su amigo y cómplice de aventuras el Coronel Geraldine, personajes que inevitablemente nos recuerdan al detective Sherlock Holms y al doctor Watson por la relación que mantienen, siendo uno el ambicioso que desea encontrar algo con lo cual pasar el rato, incluso si esto pone en peligro sus vidas, y el otro funcionando como un especie de alumno y ancla a la cordura.
El primer cuento se titula "Historia del joven de los pasteles de crema" y nos hace la presentación de nuestros protagonistas, su curioso estilo de vida y al Club de los Suicidas. La fábula es capaz de atrapar al lector y no soltarlo cuando inicia el reparto de las cartas y se puede entender qué es realmente lo que el presidente del club se encarga de hacer en su oficio. El príncipe decide, como es de suponer de alguien con una naturaleza tan excéntrica, proseguir su aventura; sin embargo, al ser escogido como víctima, se ve obligado a intervenir para detener al presidente con la ayuda de Geraldine.
El segundo cuento es "La historia del médico y el baúl de Saratoga" y nos inicia en un contexto totalmente opuesto, narrándonos la historia del joven Silas que es engañado para encriminarlo de un asesinato. Para la suerte del inocente espantado, su vecino, el doctor Noel lo ayuda a comunicarse con alguien que podrá ayudarlo a desaparecer el cuerpo y continuar con su vida. Casi desde el inicio aparece el príncipe y Geraldine, pero el verdadero punto de cruce entre estos dos primeros cuentos es cuando Silas terminan obteniendo un ride del príncipe y su caravana. Al final resulta que la persona que Silas buscaba era nada más y nada menos que el presidente del club. Siendo el gran hombre que es Florizel, decide ayudarlo en su situación, pero al abrir el baúl para identificar el cadáver, el príncipe puede ver que es el hermano de Geraldine, el que había sido seleccionado para llevar al presidente a la justicia.
"La aventura de los coches de punto" es nuestro tercer y último cuento. Este comienza también en un escenario remotamente diferente a los anteriores, mas al final queda concluida la fabula completa de El Club de los Suicidas. En este encontramos nuevamente las ganas desesperadas de vivir una aventura por parte de nuestro protagonista, en este caso un teniente de guerra que se sube a un taxi y dice "lléveme a donde sea, por favor", llegando así a una fiesta en una mansión de grandes lujos.
Al final resulta que todo era falso y que Geraldine lo había planeado para encontrar a dos caballeros valientes que lo acompañaran en ayudar al príncipe a terminar con el asunto del presidente de una vez por todas. De este cuento lo más destacable es el el diálogo final del príncipe, mismo que dio inicio a esta entrada.
¿Qué decir sobre El Club de los Suicidas?, Que es una obra que cualquier persona amante de la literatura debe leer. RLS lo ha vuelto a hacer...

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